Entradas populares

domingo, 11 de febrero de 2018

La poesía, de Liliana Bodoc















Recuerdo muy bien aquel mundo de agua donde empezó mi vida. 

Lo recuerdo porque puedo imaginarlo, porque puedo conjeturarlo. 
Ese mundo de agua, redondo y sin fondo, donde adquirí mi forma 
fue la metáfora primera que conocí. 
Y el canal entre mi madre y yo, fue el primer verso.
Porque la poesía es una conjetura acerca de lo inefable. 
Un modo, quizás el único, de acercarse a las quimeras.
Recuerdo también el día en que mi madre se quedó parada 
a mis espaldas, mientras yo subía las escaleras de la mano de una mujer vestida con guardapolvo blanco. 
La mujer me dijo que no llorara, que iba a enseñarme a dibujar la letra m. Entonces, llegó de nuevo la poesía. 
Y entendí que el lenguaje puede ser la extensión del regazo materno.
También recuerdo cuando ocurrió al revés, y fue mi propio vientre 
una metáfora de agua.
Puedo recordar cuando yo fui la madre detenida a espaldas de mi niña. Aquella vez, regresó la poesía a explicarme los sentidos del tiempo.
Hoy recuerdo mi muerte.
Puedo recordarla porque puedo imaginarla, puedo conjeturarla.
Si en ese trance consigo aceptar que es nuestro deber dejar sitio a los otros, entonces la muerte no será más que la mejor metáfora del amor.

©Liliana Bodoc

Escritora argentina recientemente fallecida.